21 de octubre de 2011

Historia del Hogar Inteligente

La Historia del Hogar Digital es muy breve. Realmente no se empezó a considerar la integración de sistemas al nivel comercial hasta en las 80’s. Y entonces se trataba principalmente de edificios terciarios y fueron denominados edificios inteligentes. En el sector domestico la integración de sistemas a escala comercial se ha desarrollado más tarde coincidiendo con la evolución y despliegue de Internet. Empezó en las 90’s en Japon, Estados Unidos y algunos países en el norte de Europa. Los distintos sistemas autónomos como la Domótica, la Seguridad, el Multimedia y las Comunicaciones, sin embargo, tienen cada una, una historia más larga. En las 90’s también empezó el desarrollo de las Pasarelas Residenciales y nuevos Métodos de Acceso. Durante mucho tiempo, la inclusión de tecnología en el hogar, sin embargo, se ha venido realizando a través de un aumento de las prestaciones o funciones propias de los equipos domésticos, en sus distintas vertientes: línea blanca, línea marrón, etc. Ésta ha sido habitualmente consecuencia de la voluntad de aumentar el valor añadido en sí mismo de dichos equipos domésticos, pero de forma aislada, es decir, sin considerar otras posibilidades de mejora relacionadas con el control y la comunicación. Por ejemplo, en la capacidad de comunicación con otros dispositivos de la vivienda.

Esta situación supuso el desarrollo de un mercado puramente vertical, donde los equipos domésticos que se desarrollaban eran totalmente independientes, es decir, que funcionan de forma autónoma, sin necesidad de comunicarse con otros dispositivos del hogar. Esta forma de concebir los productos ha dificultado la definición y el desarrollo de servicios susceptibles de ser prestados al hogar y al propio usuario. La introducción de la tecnología domótica (el ultimo de los cuatro sistemas básicos del Hogar Digital) en el mercado tampoco rompió con esta realidad. La automatización de equipos domésticos se realizaba mediante un control de su alimentación eléctrica, siendo una manera muy sencilla de gestión, y de poco atractivo tecnológico. Los equipos domésticos no tenían ningún tipo de comunicación eficiente con el sistema domótico. Por ello, la Domótica estaba relegada a un mercado muy reducido, comparado con la totalidad del mercado de productos domésticos, y limitándose, por tanto, a dar respuesta a necesidades de control en la vivienda. Por ejemplo, las posibilidades de comunicación con el exterior se reducían a sencillas transmisiones de señales o avisos de alarma o al control remoto de un número reducido de sistemas o equipos.

Recientemente, con la plena irrupción de Internet en el hogar y, en general, las denominadas TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), se ha forjado una nueva forma de entender la aplicación de tecnología en la vivienda, mucho más positivista y realista, donde lo único importante es el propio usuario y no ésta. Es decir, de la tecnología por la tecnología se ha pasado a asegurar la consecución de las necesidades o deseos de los usuarios a través de servicios, donde evidentemente la tecnología adquiere un papel de soporte muy importante a dichos servicios. Con ello, la tecnología es algo transparente para el usuario, el cual no tiene un interés técnico sino simplemente de utilidad. El usuario no está interesado en la tecnología sino en resolver su problema, necesidad o deseo. Por este motivo, se considera que el paso decisivo para potenciar el mercado español, europeo y mundial de productos domésticos es asegurar el desarrollo de un mercado horizontal, donde exista una convergencia entre los sectores involucrados en la vivienda hasta el momento independientes o no interrelacionados. La rapidez con que se produzca esta convergencia será decisiva para dar respuesta al usuario con nuevos servicios avanzados y, por tanto, para asegurar una expansión de este mercado. Por ello, hay que avanzar en el concepto de tecnología al servicio del usuario, y que permita aportar soluciones fáciles, útiles y económicas, con las finalidades claras de asegurar el bienestar y la seguridad.

Evidentemente, el desarrollo de este nuevo mercado horizontal requiere asegurar la capacidad de comunicación entre todos los equipos domésticos de la vivienda. En el mercado internacional existen numerosas maneras de denominar a esta nueva forma de concebir la comunicación en la vivienda o a ella propiamente dicha (Digital Homes, Connected Homes, eHomes, Smart Homes, iHomes, etc.). En España, se está forjando el nombre de “Hogar Digital” como más relevante, impulsado por grandes entidades operantes en el mercado. 






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